La 4T como cambio de régimen hacia una nueva república.

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A las y los jóvenes de México, esperanza en el presente
por un cambio de la vida pública nacional
por una patria justa e igualitaria para todas y todos

Fuente | Sin Línea.mx

¿Qué implica la Cuarta Transformación? Ya lo ha dicho nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Implica un cambio de régimen, no sólo de un gobierno. Implica devolverle la dignidad y la esperanza a un pueblo agraviado, explotado, expoliado y humillado durante muchos años, por parte de quienes debieron servirlo, no servirse de él. Implica tomar en cuenta, cuidar e impulsar a la mayor riqueza que tiene nuestro país: su pueblo.

Verónica (nombre cambiado a una joven estudiante mexicana para proteger su privacidad) un día escuchó a varios sujetos referirse con sorna y en tono despectivo de los apoyos que el actual Gobierno de México otorga a los jóvenes a quienes se les había negado anteriormente la oportunidad de progresar y salir de su situación comprometida social y económicamente por parte de los gobiernos neoliberales al ignorarlos como sujetos de plenos derechos merecedores de los incentivos que los alejaran de las conductas antisociales (los jóvenes a quienes los privilegiados de siempre los han tildado desdeñosamente como “ninis”, a quienes las becas del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” les ha devuelto esperanza y dignidad en su propio porvenir).

Entre las necedades que escuchó Verónica hubo una que la obligó a responderles a quienes sólo repetían consignas de la derecha y de los privilegiados de siempre, que asoman un clasismo evidente y una miopía social deleznable: “si en vez de dar esos apoyos a los ‘ninis’ se destinaran esos recursos a las empresas para paliar la crisis derivada por la pandemia del COVID 19, sería menos duro para ellas salir adelante en las actuales circunstancias”; fue demasiado para Verónica permanecer impávida, a lo que respondió: “Pues yo soy una estudiante de excelencia, que estoy terminando mi preparatoria gracias a las becas que ofrece el Gobierno de México a los estudiantes de instituciones públicas con situación económica difícil.

No soy la única que puede estudiar gracias a esos apoyos, somos muchísimos que, de no contar con los mismos, hubiéramos tenido que dejar truncos los estudios. Y quienes no han tenido la oportunidad de estudiar o que se les acepte en un trabajo, se benefician del programa de “Jóvenes Construyendo el Futuro” porque se les capacita para la vida laboral en un oficio digno y gracias al cual podrán ser económicamente productivos”. Ante la contundencia de la argumentación de la joven estudiante, las befas cesaron y se dio paso a la reflexión.

¿En serio “ninis”, cuando la mayoría de estos jóvenes no se encuentran por elección propia en esta condición, sino que las circunstancias y la insensibilidad social los ha orillado a dichas circunstancias? El cambio de régimen implica no sólo un cambio en la forma de llevar a cabo la vida pública del país, sino que implica un cambio de mentalidad colectiva, un cambio en cuanto a cómo nos pensamos como pueblo, como nación. Por primera vez en muchísimo tiempo, un gobierno toma como prioridad al pueblo, antes que los intereses de los grandes consorcios empresariales y los privilegiados de siempre. Es por eso que también se ha convertido en uno de los gobiernos más atacados por la derecha reaccionaria en décadas.

Pero el quid, el busilis de la Cuarta Transformación lo representa, precisamente, la dignidad y la esperanza devueltas a sus jóvenes, como Verónica, quienes han tornado de divisar nubarrones oscuros en su propio futuro, a una visión mucho más prometedora.

El cambio de régimen que representa la Cuarta Transformación es eso, en esencia. Que el pueblo, por vez primera desde el sexenio del Presidente Cárdenas, tome el control de su destino, que el gobierno sea servidor del pueblo y no al revés, como aconteció durante la negra noche neoliberal.

El cambio de régimen que representa la Cuarta Transformación implica que jóvenes como Verónica, campesinos, obreros, profesionales, pequeños empresarios, comunidades originarias y afrodescendientes, la comunidad LGBTTTI, todas y todos, hagan valer su dignidad como seres humanos y sean el centro de atención de las políticas públicas del gobierno, como siempre debió haber sido, pero no fue así.

Eso implica el cambio de régimen que propone la Cuarta Transformación: una descolonización en el pensamiento colectivo y una forma más solidaria, más humana de convivencia social. Por eso el proyecto de la Cuarta Transformación va más allá de coyunturas políticas, de partidos o de grupos. Es un movimiento de revolución pacífica y popular que el propio pueblo ha tomado en sus manos. Ningún interés mezquino de la derecha reaccionaria y de los privilegiados de siempre podrá detener el impulso del cambio que ha iniciado el pueblo en este cambio de régimen.

Tarde o temprano, muchas más Verónicas les callarán con hechos, con obras y con argumentos, las infames mezquindades de quienes se espantan de que ahora sí, tenemos un gobierno que de verdad se preocupa por su pueblo. Verónica, y así como ella, millones de jóvenes, están demostrando el porqué de la necesidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de México, la cual, a pesar de las inercias oligárquicas que se pudieran suscitar, no se detendrá, pues es decisión soberana del pueblo mexicano caminar en paz, esperanza y tranquilidad hacia ella. México será para todas y todos. Nada ni nadie podrá detener a la Cuarta Transformación ni el cambio de régimen que representa. Eso, en lo personal, me llena de esperanza y alegría.

Miguel Francisco Barrera Aldama.
Abogado, profesor y escritor
Twitter: @mbalda16

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