El PAN y el ganar a ‘huevo’

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Por Malthus Gamba

Tamaulipas fue ganado por Morena en las urnas. El amplio margen de votación a favor del partido en el poder, impidió al Instituto Federal Electoral declarar nula la elección, pese a haber señalado que la presencia de funcionarios públicos del gobierno federal, sí impactó de alguna manera en el resultado final.

Pero como ese impacto fue menor y no altera mayormente la decisión que tomaron los tamaulipecos en favor del hoy candidato electo, Américo Villareal, no se consideró necesario realizar un nuevo proceso electoral, tal y como lo pedía la oposición.

Este criterio fue validado por el Tribunal Electoral local, por lo que la elección en Tamaulipas, está considerada como legal y válida, a nivel estatal.
Lo que ha hecho el PAN, a partir de las consecutivas derrotas que ha sufrido en buena parte de los estados que antes gobernaba, es recurrir a instancias judiciales, para intentar ganar en la mesa, lo que los ciudadanos le niegan en las urnas.

Para eso, cuentan con el respaldo del Instituto Nacional Electoral, que es un referente de la derecha, en situaciones donde resulta necesaria la intervención de este supuesto “árbitro”, para inclinar la balanza en favor de los intereses conservadores.

Hace unos meses, Marco Antonio Baños cumplió su ciclo como consejero del INE. Salió y todos pensamos que caería en el olvido obligado, ya que pertenece a la “casta” corrupta que validó infinidad de fraudes electorales en el pasado.

Pero no fue así.

De última hora y como “bateador emergente”, Baños aparece en Tamaulipas, en calidad de asesor panista. Su misión era la de encontrar (o fabricar), posibles irregularidades en el proceso electoral ya concluido, para solicitar a las autoridades correspondientes la anulación del mismo.

Y así lo ha hecho. No habiendo faltas relevantes que comprueben irregularidades que ameriten la anulación del proceso, ha inventado la historia de el uso de recursos procedentes de la delincuencia organizada, por parte de Morena.

Esa historia la presentó ante las autoridades de Tamaulipas, sin obtener resultados a su favor. No hay pruebas que respalden los dichos de Marco Antonio Baños y del PAN.

El expediente que hicieron llegar al Tribunal Electoral del Estado, fue desechado por improcedente. Se validó la elección y el doctor Américo Villareal fue declarado gobernador electo.

Todo el trabajo del gobernador panista saliente, Francisco García Cabeza de Vaca, para colocar a su “delfín” al frente del gobierno del estado, terminó en fracaso. También las modificaciones a la Constitución Estatal y a la legislación sobre administración pública, que pretendían darle mayor poder al fiscal general de Tamaulipas, se han ido cayendo una a una. Ese fiscal,
incondicional a Cabeza de Vaca, no tendrá las facultades que ilegalmente le habían otorgado los diputados panistas.

Estamos a unos días de que se realice el cambio de titular en el gobierno de Tamaulipas. El primero de octubre próximo, ese estado estrenará gobernador.

Y viendo eso, al PAN y al exconsejero del INE, Marco Antonio Baños, no les queda otro recurso que jugar la última carta que tienen en mano. Declarar nuevamente que la elección en Tamaulipas estuvo manchada, al haber intervenido la delincuencia para colocar un gobernador “a modo” y que por lo tanto, el proceso electoral debe repetirse. Nada más que ahora, la petición la hacen directamente al Tribunal Federal Electoral. Otra instancia muy cuestionada por sus fallos, que son por regla general, en favor de la causa conservadora.

Marco Antonio Baños, en entrevista a medios de comunicación, resalta que aún es tiempo para echar abajo esa elección, ya que mientras no tome protesta como gobernador el doctor Villarreal, la posibilidad de declarar ilegal la elección, sigue viva.

Hay presión ante el Tribunal Electoral, por parte de los panistas.

Se han acostumbrado a perder en las urnas, pero alientan la esperanza de convertir algunas de esas derrotas en triunfos, gracias a los buenos oficios de sus amigos dentro del INE y del Poder Judicial.

Salir a estas alturas, con el cuento de que efectivamente, hasta el día de hoy, los magistrados en el Tribunal Electoral se dan cuenta de que se violó la Ley y que esa apreciación está respaldada por pruebas que obran en el expediente, sería ridículo.

¿Cómo fue que eso no lo vieron antes?

¿Van a atreverse a evidenciar a sus compañeros en el Tribunal local?

¿Van a acusar a un partido político de utilizar recursos sucios, cuando lo único que presentó el PAN, fueron dichos y supuestos que nada comprueban?

Y lo más importante ¿Cómo le van a explicar a la sociedad en Tamaulipas que su voto en favor de un cambio, fue traicionado por autoridades federales que representan al Poder Judicial?

Ganar limpiamente, respetando la voluntad del Pueblo, es algo que no se da dentro de la derecha opositora. Al parecer ya olvidaron cómo se gana. Ahora únicamente conocen lo que es perder.
Pero lo que no consiguen limpiamente, pretender apropiárselo a la mala. En el escritorio y por conducto de autoridades que se prestan al juego del fraude.

Baños ha hablado de una fecha límite para declarar inválida la elección en Tamaulipas y ese plazo vence el último día del presente mes. El primero de octubre, Américo Villareal asume el cargo de gobernador en funciones.

La desesperación de Cabeza de Vaca y la complicidad que hay con este personaje, por parte de varios militantes destacados del PAN, los orilla a recurrir a medidas desesperadas, como la que exponemos.

Cabeza de Vaca terminará en prisión, con seguridad. Y de ahí se vendrá en cascada, una serie de investigaciones en contra de los funcionarios importantes, que fueron parte de su equipo de gobierno.

Saldrá mucha suciedad, ahora que Morena revise el estado de las finanzas en el estado.

Es poco probable que el Tribunal Electoral se preste a un juego donde lo único que quedará en evidencia, es la falta de pulcritud para resolver situaciones de carácter electoral.
El PAN no tiene vergüenza, pero sí mucha ambición.

Cabeza de Vaca tiene miedo. El mismo miedo que hemos visto en Silvano Aureoles, El “Bronco” y Javier Corral.

Espera un milagro y reza a sus “santos patronos” en el Tribunal Electoral.

Pero esta vez, el Pueblo de Tamaulipas no permitirá que intervengan los demonios, para revivir el infierno que significó para ellos, el gobierno criminal de Francisco Javier Cabeza de Vaca.

Malthus Gamba

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