COOPERACIÓN SÍ, TODA LA QUE SE REQUIERA; INTERVENCIONISMO, NO

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Por Columnas | Sinlíneamx.com

En la opinión de Elí González
@calacuayoMX @eligonzalezhz

Desde que Donald Trump, el 1 de diciembre de 2019, dijera que pondría en marcha un proceso para designar a las organizaciones del crimen organizado en México, como grupos terroristas, La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido firme: “No se admitiremos acción alguna que atente contra la soberanía nacional”.

Los integrantes del Partido Republicano en Estados Unidos de América, no solo demuestran su incomprensión de la realidad, sino que demuestran su sed de sangre. Es gravísimo e ignorante equiparar tráfico de drogas con terrorismo. EEUU es el principal traficante y el principal consumidor de drogas en el mundo. El terrorismo no se utiliza como producto de consumo. Aquí reluce la ignorancia de los republicanos estadounidenses.

Este tema se trajo a la mesa con fines político-electorales y la idea de una posible intervención militar en nuestro país, por perversa que sea, resulta atractiva para los asesinos, empresarios de las armas y la guerra; para algunos ignorantes de la realidad, que no comprenden que el principal causante del tráfico de drogas, es EEUU.

Los senadores republicanos Lindsey Graham (Carolina del Sur) y John Kennedy (Louisiana) han planteado un supuesto plan de dos puntos: designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales y la autorización del uso de la fuerza militar en su contra. Estos asesinos de cuello blanco, creyeron que México se quedaría callado ante tremenda estupidez. ¡Mira que querer violar el derecho internacional! ¡Estúpidos!

Afortunadamente la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo el 3 de marzo: “tal designación no es necesaria ni aporta mayores facultades a las ya existentes para abordar el combate al narcotráfico, incluidas sanciones a individuos y entidades”.

La misma Casa Blanca se encargó de desmentir a los legisladores republicanos al dejar en claro que, designar a los narcos como terroristas, no es un requisito para hacer frente a los enormes retos que representa el narcotráfico.

La ONU ha examinado y coincidido con el presidente de México, sobre la cooperación, pero no intervención. En la resolución 75/291 de la Asamblea General claramente se plantea la necesidad de mejorar la cooperación internacional con el fin de fortalecer la respuesta legal al problema. Así, desde la perspectiva de la comunidad internacional, se reitera el mismo principio asumido por México: COOPERACIÓN SÍ, INTERVENCIONISMO NO.

Los legisladores del Partido Republicano ignoran que el uso de la fuerza armada por un estado en contra de la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro, constituye un acto de agresión contrario al derecho internacional y que la Carta de las Naciones Unidas en su Artículo 2, reconoce el principio de la igualdad soberana de los Estados y señala que “los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”. La sola amenaza del uso de la fuerza es violatoria de la Carta de la ONU.

El Gobierno de México y el de EEUU deben fincar la responsabilidad que implica el que senadores estadounidenses, actuando en su capacidad oficial, hagan declaraciones expresando que “desatarán toda la furia y fuerza de Estados Unidos contra los cárteles de la droga, incluido a través del uso de la fuerza militar”, ya que esto lleva mala intención y podría resultar más peligroso de lo que ellos mismos se han planteado.

Ante el abuso del principio de la “legítima defensa”, México ha sostenido una posición firme y de liderazgo dentro de la ONU, para dar cabal transparencia a la forma en la que los Estados lo invocan.

Los senadores republicanos no dicen que el principal mercado de consumo de drogas, con un valor de cientos de millones de dólares anuales, está precisamente en Estados Unidos; que más de 200,000 armas de fuego llegan anualmente a México, de manera ilegal. De eso no dicen nada, porque hay grandes empresarios de ese ramo, financiando sus campañas políticas.

Al menos el 80% de las armas incautadas al crimen organizado provienen de Estados Unidos. De eso no dicen nada. Saben bien por donde atacar al crimen organizado, pero quieren protagonismo para hacer campaña.

México mediante su presidente seguirá rechazando categóricamente las estrategias intervencionistas y enfocando todos los esfuerzos para contrarrestar las grandes palancas que nutren al crimen organizado.

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