Aduanas: Ahora sí, el brazo fuerte de la 4T
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Con el cuento de que se estaban militarizando las aduanas, la oposición y los medios convencionales se esgrimieron como voceros de la delincuencia para quejarse porque el ejército y la marina entrarían a apoyar las funciones de la Administración General de Aduanas. La realidad es que al crimen organizado se le está acabando esta fiesta, y también a quienes lo cobijaron siempre desde el gobierno.
Para consolidar el brazo fuerte de la 4T contra la delincuencia y la corrupción que ha prevalecido históricamente en las operaciones aduaneras, así como para detonar con fuerza el desarrollo del comercio exterior de México, el día de ayer en el Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto por medio del cual, a partir del 1º de enero de 2022, la Administración General de Aduanas se convierte en la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) cómo un nuevo órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda, con autonomía fiscal, recaudatoria, de comercio exterior, técnica, operativa y de seguridad nacional, dejando de estar adscrita al SAT.
La Dirección General de Aduanas se creó en 1900 y se convirtió en la Administración General de Aduanas 93 años después, quedando adscrita al Servicio de Administración Tributaria de la SHCP a partir de 1997. Su perfil fue fundamentalmente recaudatorio y, desde siempre, el paso de mercancías se caracterizó por ir acompañado de corrupción que beneficiaba directamente a los intereses de vistas, agentes aduanales y grupos del crimen organizado.
A partir de mayo de 2020 y como parte de la estrategia planteada por el Presidente López Obrador para combatir la corrupción, Horacio Duarte Olivares fue designado como Administrador General de Aduanas, quien será a partir de enero el primer titular de la nueva ANAM, apoyándose en la SEDENA para la coordinación de todas las aduanas fronterizas y con la SEMAR para las aduanas marítimas. A partir de su llegada como Administrador General de Aduanas ha desempeñado un papel fundamental durante la pandemia en los procesos de agilización para recibir y distribuir las vacunas contra el COVID-19, y en una valiente lucha frontal contra la corrupción en el paso de mercancías a través de las aduanas, con lo que las éstas han dejado de ser zona franca para la delincuencia organizada y, ahora sí, se les acabó la fiesta.
La ANAM tendrá a su cargo, de manera exclusiva, la dirección, organización y funcionamiento de los servicios aduanales y de inspección para aplicar el cumplimiento de las normas jurídicas que regulan la entrada y salida de mercancías del territorio nacional, así como la recaudación de los ingresos federales aduaneros.
La estructura de la nueva ANAM se desempeñará a través de 10 Direcciones Generales (Operación Aduanera; Investigación Aduanera; Atención Aduanera y Asuntos Internacionales; Modernización, Equipamiento e Infraestructura Aduanera; Jurídica de Aduanas; Recaudación; Tecnologías de la Información; Planeación Aduanera; Evaluación; Unidad de Administración y Finanzas), y distintas Unidades (Administración Central de Normatividad en Comercio Exterior; Administración Central de Estudios Tributarios; Administración Central de Evaluación de Comercio Exterior; Coordinación de Procesos Penales; y las Unidades Administrativas Desconcentradas).
Con esta nueva estructura de funcionamiento concentradas en la ANAM, las aduanas dejan de ser un instrumento formalmente orientado hacia buscar la recaudación, para convertirse en un poderoso motor del desarrollo futuro del comercio exterior de México, que detone su crecimiento en el marco del estado de derecho.
