Falta de camas y médicos desata una nueva crisis en los Balcanes ante el coronavirus

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AFP – Milenio – domingo, 29 de noviembre de 2020

Los Balcanes se encuentran en crisis ante la falta de camas y profesionales de la salud en medio de la pandemia del coronavirus, una situación hospitalaria que recuerda al caos generado en la década de los 90, cuando la zona estaba sumida ante la guerra que, entre otras cosas, repercutió en la saturación del servicio de salud. 
Aunque se hayan tomado medidas sanitarias en esa región, la pandemia se ha vuelto una pesadilla por el desmoronamiento sanitario que empieza a golpear una zona pobre. 
“La situación me recuerda a la guerra y puede empeorar en invierno. Podemos hacer el trabajo de tres personas pero no de cinco”, dijo un médico bajo anonimato en Bosnia. 
La escasez de recursos sanitarios, los médicos y enfermeras que se fueron a Europa Occidental, han puesto al descubierto los fallos del territorio por la llegada de la segunda ola de contagios que es peor que la de primavera. 
En los Balcanes occidentales se ve una emigración masiva, en particular jóvenes bien formados que escapan al desempleo, la corrupción y los salarios bajos.
Desde el inicio de la crisis en marzo se han contabilizado cerca de 10 mil fallecidos, la mitad de las muertes en el último mes. Bosnia, Macedonia del Norte o Montenegro tienen una de las tasas de letalidad más altas de Europa, según un recuento de la AFP.
El gobierno ha tenido que tomar medidas drásticas, ante los problemas económicos, optando a menudo por limitar los horarios de apertura de restaurantes y bares.
Según la Organización Mundial de la Salud, los Balcanes tenían una densidad de médicos entre las más bajas de Europa antes de la pandemia, por lo que ahora se ha reducido más por los contagios. 
En Serbia, unos 2 mil han tenido que aislarse pese a que los hospitales están abarrotados.
“Nunca había vivido nada así en toda mi carrera, uno había sitio para los pacientes considerados como jóvenes médicamente y no tenia a donde trasladarlo” dijo el viernes Rade Panic, presidente de un sindicato de médicos serbio.
En Belgrado las autoridades se apuran a terminar dos hospitales debido a la falta de camas.
Kosovo, donde la falta de médicos ya obligaba antes de la crisis a los habitantes a ir a los países vecinos, contempla transformar antiguos hoteles en hospitales improvisados.
Al entrenador deportivo Veprim Morina, de 33 años, le rechazaron en un hospital de Pristina tras haber contraído el virus, “el médico me dijo que tomara los medicamentos en mi casa”.
Después logró encontrar una enfermera a domicilio como lo hacen las personas que no tienen recursos, ” para lograr una cama en el hospital, haya que tener contactos. 
En Albania, al menos 300 pacientes con recursos han tomado vuelos medicalizados para el extranjero, en particular a Turquía, en unas estancias sanitarias que cuestan decenas de miles de euros.
El gobierno de Macedonia del Norte ha empezado a requisicionar los hospitales privados ya que los públicos están desbordados.
“Es cada vez más duro”, declaró el ministro de Salud Venko Filipce la semana pasada.

En las clínicas de Skopje, las familias de los pacientes les llevan la comida y a veces hasta los medicamentos.
“Una catástrofe. Una desorganización. Nadie responde al teléfono durante horas, el personal médico lucha pero no puede con todo” cuenta un hombre que trata de obtener información de un familiar. 
En la clínica de infectología de Pristina, totalmente desbordada, las familias también ayudan. “Quizá no es lo ideal debido al riesgo pero el gran número de pacientes y el pequeño número de médicos hace que las familias tengan que quedarse con los pacientes”, dice Jehona Zhitia, que se ocupa de su marido enfermo.
En Croata los médicos también han alertado de la falta de personal y medios en una carta firmada por seis organizaciones profesionales. Más de 2 mil 100 enfermos están hospitalizados y el sistema “colapsará” si el número llega los 3 mil, advierten.
Las autoridades de la región están atrapadas entre la emergencia sanitaria y la necesidad de proteger economías frágiles.
“Somos demasiado pobres para repetir dos veces la totalidad” de las restricciones, dice el economista croata Ljubo Jurcic.
En Bosnia, casi todos los comercios, cines o gimnasios siguen abiertos ya que el país no puede financiar las ayudas a las empresas o a los empleados.
A Jasmina Smajic, jefa del equipo sanitario que se ocupa de los casos más difíciles en el hospital de Tuzla, le gustaría que se impusieran más medidas ya que teme “consecuencias catastróficas”.Tiene todas sus esperanzas puestas en las vacunas “si están accesibles en no mucho tiempo”.
LG

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