Despegue de cohete de SpaceX está en duda por llegada de la tormenta Milton a Florida
xeunoticias
La Agencia Espacial Europea (ESA) está lista para lanzar su primera misión de defensa planetaria Hera y todo está preparado en Cabo Cañaveral para el despegue mañana del cohete Falcon 9 de SpaceX, pero el mal tiempo actual y la aproximación de la tormenta Milton son ahora el problema.
Llueve en esta zona de Florida y la previsión es que el lunes también lo haga, pero la ESA está pendiente sobre todo del viento, y más del viento en altura, y de posibles descargas eléctricas, lo que podría posponer el lanzamiento.
Además, se acerca la tormenta tropical Milton, que complicaría aún más las cosas y que hacia mediados de la próxima semana podría llegar a la costa oeste de Florida posiblemente como un huracán mayor (categoría 3).
La ventana para el despegue de Hera comienza mañana lunes a las 10:52 hora local (14:52 GMT) y durará hasta el día 27 de octubre. La nave está ya integrada en el cohete y este será transportado previsiblemente hoy a la plataforma de lanzamiento; “estamos preparados para el despegue pero pendientes del tiempo”, confirmó a los periodistas Ian Canelli, director del proyecto Hera.
SpaceX irá haciendo en las próximas horas y hasta mañana distintas mediciones meteorológicas para establecer si este es posible.
Esta incertidumbre se suma a otra de los últimos días, ya que la compañía tenía paralizadas las actividades de los Falcon 9 por una anomalía en una de las partes del cohete.
Esta ocurrió en el lanzamiento del pasado fin de semana que puso en órbita la misión tripulada Crew-9, que traerá de vuelta a la Tierra en febrero de 2025 a los dos astronautas ‘atrapados’ en la Estación Espacial Internacional.
En concreto, tal y como relató la compañía en su día, la segunda etapa del Falcon 9 se desechó en el océano como estaba programado, pero, debido a una combustión anormal, lo hizo fuera del área prevista.
SpaceX tuvo que paralizar las actividades de estos lanzadores -acumulan tres incidentes en los últimos meses- hasta recibir de nuevo, tras un análisis de lo ocurrido, el visto bueno de la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense.
