Sector científico, médico y farmacéutico de Cuba desarrolla cinco vacunas anticovid

Comparte esta entrada
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  

Manuel Juan Somoza – Milenio – lunes, 12 de abril de 2021

El octavo congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) comenzará el viernes próximo en condiciones de epidemia y entre los pocos balances positivos esperados figura el aporte del sector científico-médico-farmacéutico, capaz de desarrollar cinco vacunas anti covid-19 y casi toda la tecnología que las sanciones de Washington le impiden importar a la isla para enfrentar la enfermedad.
“En el transcurso de 2021 el gobierno de Estados Unidos ha privado deliberadamente a nuestro pueblo de ventiladores pulmonares, equipos de protección personal, medios diagnósticos y otros insumos necesarios para el manejo de la epidemia”, afirma el titular de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal.
Según trascendidos oficiales, tres meses antes de que la pandemia entrara en la isla en marzo del año pasado, la dirección del PCC solicitó al gobierno la elaboración del primer plan de enfrentamiento a la covid-19, que desde entonces ha evolucionado, forzado por el avance de la enfermedad, las sanciones de Estados Unidos y una crisis económica sin solución a corto plazo.
“Por las urgencias que tenemos y a partir de la experiencia acumulada, hoy contamos con programas de soberanía tecnológica en el desarrollo de medicamentos, de insumos médicos y de las piezas de repuesto necesarias para la industria farmacéutica, así como en la esfera de los equipos médicos”, asegura el doctor José Luis Fernández Yero.
Equipo médico hecho en Cuba 
En poco más de un año de epidemia, Cuba ha desarrollado cinco candidatos vacunales anticovid-19, entre ellos Soberana 02 y Abdala, que avanzan en la última fase de prueba con la participación de unos 140 mil voluntarios. En tanto Soberana 01, Soberana Plus y Mambisa se encuentran en otras etapas de ensayos.
La decisión del gobierno es vacunar a toda la población antes de que finalice este año y analistas estiman que esa es una de las pocas cartas de triunfo en manos del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, para fortalecer su liderazgo, cuando la crisis económica ha disparado el malestar ciudadano y presuntamente en el congreso él ocupará la dirección del PCC en sustitución de Raúl Castro.
“Qué quiere que le diga, a nosotros nos vacunan desde que nacemos, eso es habitual, por eso confío en Soberana 02”, dijo para MILENIO Rodrigo Menéndez de 23 años, uno de los voluntarios en el último ensayo de ese fármaco. De los 13 antídotos que recibe cada cubano, ocho son producidos en la isla.
En tal contexto, el segundo al mando del PCC, José Ramón Machado Ventura, y Díaz-Canel evalúan casi a diario el desarrollo científico nacional, que ha llegado a la producción de equipamientos que habitualmente se importaban, como los ventiladores pulmonares.
“En cuanto a los ventiladores se ha trabajo en varias ideas. La primera con un sentido de urgencia extraordinario y preparándonos para el peor escenario; la segunda para dar cobertura máxima a todo el sistema de salud del país en condiciones de bloqueo de EU; y la tercera aprovechando la experiencia acumulada para diseñar equipos”, informa Mitchell Valdés Sosa, director general del Centro de Neurociencias.
En ese empeño, los cubanos acudieron incluso a diseños en código abierto del Instituto Tecnológico de Massachussets, el MIT de EU, y los adaptaron a las necesidades nacionales. En algunos casos, como en la producción de 200 ventiladores del tipo Pcuvente, contando con apoyo financiero de la Unión Europea y la participación de una ONG extranjera.
Escasez de otros medicamentos en la isla 
Cuba no dispone en estos momentos de dinero ni para importar alimentos, como ha sido habitual, y hasta la comercialización de medicamentos está deprimida. De ahí que para entender el impacto en la gente de ese fenómeno, MILENIO conversó con Tania Núñez de 67 años, hipertensa, diabética y con insuficiencia respiratoria, por lo que es altamente vulnerable al virus, después de realizar cuatro horas de cola a fin de adquirir sus medicinas.
“Sí, hay un gran desabastecimiento. La mayoría de estas medicinas se producen aquí, pero a veces como ahora, no hay dinero para comprar las materias primas y falla la producción”, dijo Núñez, sicóloga jubilada.
Agregó que ella, de momento, ha ido “resolviendo con los buchitos que entran a la farmacia dos o tres veces al mes, pero tengo amigas que han tenido que recurrir a Facebook para pedir digamos benadrilina y alguien que tiene se la ha hecho llegar; o hay que comprarla en el mercado negro, o pedirla a algún familiar en el exterior”.
“¡Oh no!, esto se ha complicado ahora mucho más con la epidemia y las presiones de los yanquis, antes era menos complicado. Siempre ha faltado algo, pero no como ahora”, concluyó.
LG

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *